PABLO RÁEZ

Pablo Ráez, un ejemplo a seguir.

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Pablo Ráez era un chico normal que vivía en Londres, tenía un trabajo y una vida repleta de oportunidades.
El 26  de marzo de 2015, asistía a una operación de rodilla de una lesión que presentaba desde hace mucho. En el preoperatorio le diagnosticaron  Leucemia Mieloblástica Aguda.
Pero la enfermedad no aplacó su espíritu. Pidió apoyo y donantes de médula a través de las redes sociales y creó una plataforma para apoyar la causa.

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Poco después, recibió un trasplante de médula de su padre y pareció que todo se había solucionado. Pablo volvió a Londres y, entonces conoció a su pareja, la que lo acompañaría el resto de su vida. Sin embargo, a los 10 meses del trasplante, volvía a experimentar los síntomas de la leucemia.
Entonces, su vídeo subido en youtube en apoyo a la leucemia llegó a un millón de reproducciones.
Pablo encontró a una donante estadounidense, y en noviembre del 2016 se sometió al trasplante de células madre.  Después de 38 días de ingreso, le dieron el alta, pero no recibió el resultado que esperaba. El trasplante no había dado resultado.
El 25 de enero de 2017, con 20 años, escribió en facebook:
"(...) La muerte forma parte de la vida, por lo que no hay que temerla, sino amarla."

El fenómeno Pablo Ráez aumentó en un 1300% las donaciones de médula ósea en el año 2016, todo gracias a su fortaleza y su permanente sonrisa.
Falleció el 25 de febrero de 2017. Poco después de su funeral se inició una recogida de firmas en Change.org para que se le concediese una calle en su municipio, Marbella.
Gracias a Pablo Ráez se salvaron cientos de vidas. Descanse en paz.

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